jueves, 21 de diciembre de 2023

Chirria la ciencia

 

Charla divulgativa de Juan Ángel Vaquerizo, astrofísico del centro de astrobiología, autor del libro de Marte y el enigma de la vida. Coordinador de la Unidad de Cultura Científica (UCC) del Centro de Astrobiología (CAB, CSIC-INTA) y gran divulgador científico.





martes, 14 de noviembre de 2023

Impresora 3d y Superconductividad

 


            Impresión 3D: aprende cómo se construye un objeto en 3D

Visita al INSTITUTO DE CIENCIA Y TECNOLOGIA DE POLIMEROS

A día de hoy la impresión 3D, aunque se habla constantemente en los medios, no es todavía un fenómeno masivo en el ámbito escolar como sí lo son las impresoras de tinta convencionales. Observamos cómo funciona una impresora 3D y nos enseñaron cómo diseñar un objeto en un programa de dibujo 3D y a partir de ahí cómo transmitir y ejecutar su construcción mediante la impresora 3D.














Durante la semana de la ciencia visitamos El Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid, ICMM-CSIC, tiene como objetivo generar conocimiento de vanguardia sobre materiales y procesos cruciales para abordar los retos de la sociedad.

El taller que realizamos fue:

Superconductividad: un sorprendente fenómeno cuántico

Existen algunos materiales que al enfriarlos sufren un cambio de fase a un estado superconductor donde las propiedades eléctricas y magnéticas cambian drásticamente. En los superconductores la resistencia eléctrica desaparece lo que permite conducir la electricidad sin pérdidas de energía. Debido a esta propiedad los superconductores tienen un enorme potencial para el ahorro energético en nuestra sociedad. Además los superconductores expulsan los campos magnéticos lo que da lugar a espectaculares demostraciones de levitación. Entre las aplicaciones de esta propiedad están los trenes que levitan. Todas estas curiosas propiedades se explican gracias a la física cuántica. 

La actividad se desarrollará de la siguiente forma:

·         explicación de la superconductividad con vídeos y animaciones

·         aplicaciones de los superconductores en el transporte, sectores energéticos y hospitalarios

·         demostración del enfriamiento a -200ºC con nitrógeno líquido

·         demostración del fenómeno de levitación.



A muy bajas temperaturas algunos materiales tales como el plomo y el aluminio cambian radicalmente sus propiedades eléctricas y magnéticas. No poseen resistencia eléctrica por lo que el superconductor es un conductor perfecto y la conducción de los electrones se realiza sin pérdidas de energía. Los superconductores además expulsan el campo magnético –efecto Meissner– lo que da lugar a fenómenos de levitación muy espectaculares.


La superconductividad es una manifestación de un estado cuántico colectivo a escala macroscópica en el que los electrones se unen en una onda cuántica que se extiende por todo el material.

Los superconductores ya se usan en múltiples aplicaciones y se prevé que jueguen un papel fundamental en las tecnologías del futuro próximo en campos tales como la energía, el medio ambiente, el transporte, la nanotecnología y la salud.

Conseguir entender a nivel fundamental los superconductores es uno de los grandes desafíos en investigación del siglo XXI que podría dar lugar a una gran revolución tecnológica.

 

SUPERCONDUCTORES CONVENCIONALES

La superconductividad se descubrió en 1911 en mercurio. Junto al mercurio son muchos los materiales y elementos químicos que se vuelven superconductores al bajar la temperatura. Algunos de estos materiales como el plomo, el aluminio o el estaño tienen amplia presencia en nuestra vida cotidiana.


Los llamados superconductores convencionales se entienden desde que en 1957 Bardeen, Cooper y Schrieffer propusieran su teoría BCS. Además de proponer que los electrones formaban parejas y que estas parejas se coordinaban entre ellas, nos explicaron que la formación de parejas se debía a la interacción entre los electrones y la red de átomos. Que la superconductividad sea debida a las vibraciones de la red de átomos es la característica fundamental de los llamados superconductores convencionales.

Las temperaturas críticas de los superconductores convencionales (ver gráfica de temperaturas críticas) son bastante bajas. A modo de ejemplo la temperatura crítica del aluminio (-271,81º C) sólo está 1,19 grados por encima del cero absoluto de temperatura, la del estaño (-269,28º C) y el plomo (-265,81ºC) están respectivamente 3,72 grados y 7,19 grados por encima del cero de temperatura. Algunas aleaciones de estaño tienen temperaturas críticas algo superiores, entre -255º y -250º C, y se usan bastante en la fabricación de imanes.

Diboruro de Magnesio

Hasta hace unos años se creía que la interacción de los electrones con la red era capaz de producir superconductividad solamente a temperaturas de hasta unos -250ºC. Sin embargo, en 2001 se descubrió que el diboruro de magnesio, un material conocido y de fácil síntesis, superconducía hasta temperaturas de -234ºC.

En el diboruro de magnesio la superconductividad se produce por cómo interaccionan los electrones con las vibraciones de la red de átomos y por ello suele incluirse dentro de los superconductores convencionales y no dentro de los superconductores de alta temperatura, a pesar de tener una temperatura crítica bastante alta.

La diferencia principal entre el diboruro de magnesio y los típicos superconductores convencionales está en el hecho de que los electrones interaccionan con las vibraciones de la red de dos formas distintas (se dice que hay dos tipos de electrones). La presencia de dos tipos de electrones es en gran medida responsable de la alta temperatura crítica. Las propiedades de este material se entendieron rápidamente y en poco tiempo se han comenzado a desarrollar aplicaciones.

NUEVOS SUPERCONDUCTORES

Aunque la superconductividad se descubrió en 1911, aún hoy siguen descubriéndose nuevos superconductores. La búsqueda de nuevos materiales superconductores es un campo muy activo de investigación que día a día nos sorprende con nuevos materiales.

Uno de los descubrimientos más interesantes mostró la aparición de superconductividad en la interfaz entre dos óxidos, el óxido de lantano y el óxido de titanio.


Entre los superconductores descubiertos más recientemente encontramos los sulfuros de bismuto. Una vez más encontramos superconductividad en compuestos formados por capas, en este caso con bismuto y azufre. En julio de 2012 se demostró la existencia de superconductividad en estos materiales a bajas temperaturas, aproximadamente -265ºC. Ya se han descubierto varios compuestos superconductores que tienen estas capas de bismuto y azufre en común. Entre las propiedades interesantes destacan lo resistente que es la superconductividad a la presencia de momentos magnéticos. En la mayoría de los casos si la superconductividad es debida a vibraciones de la red de átomos los momentos magnéticos la destruyen. Podríamos encontrarnos ante un nuevo tipo de superconductor no convencional. Las primeras teorías sin embargo apuntan a que el origen de la superconductividad se encuentra en la interacción entre los electrones y la red de átomos.

También en 2012 se ha descubierto superconductividad a temperaturas no demasiado bajas (-252º) en compuestos que contienen capas de titanio que presentan otras fases además de la superconductividad, lo que nos recuerda a los superconductores no convencionales.

En octubre de 2012, se ha descubierto superconductividad en compuestos de selenio o teluro e iridio y en compuestos de platino y lantano.

El disulfuro de Molibdeno es un compuesto que ha atraído mucha atención recientemente ya que se cree que puede jugar un papel muy relevante en la electrónica del futuro, sustituyendo o complementando al silicio.  En diciembre de 2012 se descubrió que cuando se añadían portadores a este material mediante un campo eléctrico muy fuerte se volvía superconductor.

 

domingo, 11 de octubre de 2020

Investigación covid

 ¿Hay algún medicamento para prevenir o tratar la infección por el nuevo coronavirus?

Por el momento, no se recomienda ningún medicamento específico para prevenir o tratar la infección por el nuevo coronavirus (2019-nCoV).

Durante los últimos 6 meses, el mundo se ha visto inquieto por la difusión de un virus que tiene propiedades peculiares, causando alarma no sólo por el efecto patético directo del virus en los individuos afectados, sino, en su mayoría, por sus únicas formas de propagación parcialmente aclaradas. El impacto médico, social y económico de la nueva enfermedad es extraordinario y también afecta profundamente nuestros valores éticos y morales. La confianza pública en la ciencia se perturba porque la respuesta médica está dominada por la incertidumbre, y las peticiones a la ciencia para un remedio rápido se dejan insatisfechas.

Haciendo una revisión a la investigación aplicada y fundamental:

a Investigación básica: investigación impulsada por la curiosidad con el objetivo de comprender los fenómenos;

b Investigación aplicada: investigación centrada en aplicaciones inmediatas impulsadas por las necesidades;

c Práctica médica: una amplia gama de habilidades y tecnologías centradas en la atención de los pacientes y las necesidades de salud de la sociedad.

Es cierto que estas tres actividades están cada vez más interconectadas, a pesar de que cada una de ellas mantiene una identidad fuerte y única.

Reclamar a los científicos respuestas rápidas y definitivas sobre fenómenos complejos no es realista y conlleva el riesgo de que la respuesta honesta de los investigadores sobre sus límites y la falta de familiaridad con los nuevos problemas complejos se lea como un fracaso de la comunidad científica. La presión para obtener comentarios concluyentes de las autoridades científicas, que a veces se convierten en "celebridades" a través de la atención de los medios de comunicación, también es con frecuencia un presagio de nuevos problemas en la relación ciencia-sociedad, porque la teoría de un científico es a menudo disputada en la arena pública por otro científico. De hecho, para avanzar en asuntos complejos, la comunidad científica necesita discutir abiertamente teorías y pruebas a través del enfoque científico común que implica hipótesis, evidencia, confutación y rectificación continua de errores e interpretaciones erróneas. Hay que reconocer que las hipótesis científicas sólo proporcionan una descripción aproximada de la realidad y que esta aproximación puede ser inicialmente insuficiente para las aplicaciones tecnológicas buscadas.

El momento y el progreso de la investigación básica son significativamente diferentes de los de la ciencia aplicada, pero, a falta de una sólida formación en ciencias básicas, las perspectivas de la ciencia aplicada se paralizan y aumenta el riesgo de fracaso de los enfoques terapéuticos.

La desconfianza hacia las vacunas no se ha superado ni siquiera durante el pico de la pandemia Sars-CoV-2.

Desafortunadamente no tenemos en este momento disponible un fármaco que cure esta enfermedad. Mientras “ganamos tiempo” al desarrollo de un nuevo fármaco se ha comprobado que algunos fármacos que curan o mejoran otras enfermedades infecciosas también pueden ser útiles en esta infección.

La hidroxicloroquina (el fármaco usado en la malaria) o de fármacos antirretrovirales empleados en el VIH. Son fármacos no exentos de efectos secundarios, sujetos a prescripción médica, y nunca debemos tratar de encontrarlos en el mercado negro. A medida que conocemos más sobre el desarrollo de la enfermedad y sus fases podemos suponer que no existirá un solo fármaco frente a la COVID-19, sino que es muy probable que sea necesario combinar varios en el manejo terapéutico.

Actualmente la dexametasona suele ser suministrada normalmente en casos graves de la COVID-19, y muchos doctores advierten contra su administración en fases tempranas de la enfermedad, como en la que se encuentra el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

Trump ha sido tratado con dexametasona contra el coronavirus, un fármaco que solo debe ser utilizado en "casos graves" según la OMS y que puede ayudar a la "multipliación" del virus.

Se ha suministrado una combinación de tratamientos potentes como el cóctel experimental de anticuerpos de la farmacéutica Regeneron que recibió el viernes 10, el antiviral Remdesivir y dexametasona.

El REGN-COV2, cuyo desarrollo y fabricación ha sido financiado con fondos federales de Estados Unidos, "es una combinación de dos anticuerpos monoclonales" y fue "diseñado específicamente para bloquear el poder de infección del SARS-CoV-2, el virus que causa la COVID-19".

La dexametasona es un corticosteroide con efecto antiinflamatorio, y eso es lo que hace en el cuerpo de los pacientes más graves de coronaviorus. Si lo que enferma es la inflamación en los pulmones, el fármaco actúa precisamente cortando la acción inflamatoria que el virus provoca.

A pesar de que no es un fármaco que provoque grandes efectos secundarios más allá de problemas estomacales, dolor de la cabeza o ansiedad, sí puede reducir las defensas, por lo que pacientes que lo consumen son más susceptibles de contraer otras enfermedades infecciosas.

 

 

domingo, 19 de julio de 2020


¿Cuánto sabes sobre el nuevo virus?



1. El agente causante del COVID-19 es:

El SARS-CoV-1

El SARS-CoV-2

El SARS-CoV-3

Ninguna es correcta.



2. El SARS-CoV-2 pertenece a una amplia familia de:

Virus conocidos hace muchos años.

Virus conocidos hace pocos años.

Bacterias conocidas hace muchos años.

Bacterias conocidas hace pocos años.



3. El genoma del virus SARS-CoV-2 está formado por:

Una sola cadena de ADN

Una doble cadena de ADN

Una sola cadena de ARN

Una doble cadena de ARN



4. Covid-19 es una enfermedad:

No infecciosa causada por coronavirus

Infecciosa causada por un virus

Infecciosa causada por el Covid-19

No infecciosa causada por bacterias



5.  ¿Qué síntomas provoca el COVID-19?

Fiebre y sensación de falta de aire.

Fiebre, dolor de cabeza, fatiga y tos seca. 

Fiebre , fallo renal e incluso la muerte.

Un amplio abanico sintomatológico.



6. ¿Cuándo aparecen los síntomas de la COVID-19?

Oscilan entre 1 y 5 días

Oscilan entre 1 y 14 días

Oscilan entre 1 y 7 días

Oscilan entre 1 y 40 días



7. ¿Qué es el periodo de incubación?

Antes de la infección.

Entre la infección y la aparición de síntomas.

Aparición de síntomas muy leves, el paciente no se percata.

Aparición de lesiones anatómicas o funcionales.



8.¿Me puedo infectar por contacto con secreciones respiratorias de tos o estornudo de una persona enferma?

Si entran en contacto con las mucosas de la nariz.

Si entran en contacto con las mucosas de la boca.

Si entran en contacto con las mucosas de los ojos.

Todas son correctas.



9. ¿Cuáles son los grupos vulnerables?

Personas con alto colesterol.

Personas con hepatitis vírica.

Personas con traumatismo. gastroenteritis vírica

Ninguna es correcta.



10. ¿Cuánto tiempo sobrevive el virus en una superficie?

Desde unos pocos segundos hasta varios minutos.

Desde unos pocos minutos hasta varias horas.

Desde unas pocas horas hasta varios días.

Desde unos pocos días hasta varias semanas.



11. El SARS-CoV-2 se transmite con bastante facilidad:

Una persona infectada puede infectar de 1 y 3 personas.

Una persona infectada puede infectar de 1 y 10 personas.

Una persona infectada puede infectar de 1 y 50 personas.

Una persona infectada puede infectar de 1 y 100 personas.



12. ¿Existe un tratamiento específico para el coronavirus?
No existe un tratamiento específico.

Una vacuna, pero muy cara.

Un antibiótico pero con muchos efectos secundarios.

Ninguna es correcta.



13. Las medidas preventivas frente al COVID-19:

Uso de mascarilla, higiene de manos y distancia social.

Higiene de manos, guantes y distancia social.

Uso de mascarilla, guantes y distancia social.

Uso de mascarilla, guantes e higiene de manos frecuente.



14. ¿Son eficaces los antibióticos para prevenir o tratar el COVID-19?

Los antibióticos no son eficaces contra los virus.

Los antibióticos no son eficaces contra las infecciones bacterianas.

Los antibióticos son eficaces contra los virus.

Los antibióticos son eficaces contra las infecciones del SARS-CoV-2.



15. La respuesta inmune frente al virus SARS-CoV-2, activa:

Los linfocitos T CD4.

Los linfocitos T CD8.

Los linfocitos B de memoria.

Todas son correctas.



16. ¿Porqué se utiliza los test rápidos como prueba de diagnóstico?

Porque detecta rápidamente proteínas que son parte del virus que causa la COVID-19.

Porque detecta rápidamente material genético del virus que causa la COVID-19.

Las son respuestas son correctas.

Las son respuestas son falsas.



17. ¿Porqué se utiliza la PCR como prueba de diagnóstico?

Porque puede diferenciar entre dos microorganismos muy cercanos evolutivamente.

Porque puede detectar cantidades muy pequeñas de material genético viral.

Porque puede detectar el virus en las primeras fases respiratorias.

Todas son correctas.



18. Los test rápidos a través de una muestra de sangre, son capaces de detectar:

El material genético viral.

Las proteínas del virus.

Los anticuerpos producidos frente al virus.

Ninguna es correcta.



19. Los test rápidos a través de una muestra respiratoria de exudado nasofaríngeo, son capaces de detectar:

El material genético viral.

Las proteínas del virus.

Los anticuerpos producidos frente al virus.

Ninguna es correcta.



20. Un resultado positivo en PCR, IgM e IgG indica que la persona:

Se encuentra en un estado temprano de la infección.

Se encuentra en su fase activa.

Se encuentra en el estado final de la infección.

La infección ya ha sido pasada y curada.



21. Un resultado positivo en PCR, IgG y negativo IgM indica que la persona:

Se encuentra en un estado temprano de la infección.

Se encuentra en su fase activa.

Se encuentra en el estado final de la infección.

La infección ya ha sido pasada y curada.



22. Un resultado positivo en PCR, IgM y negativo IgG indica que la persona:

Se encuentra en un estado temprano de la infección.

Se encuentra en su fase activa.

Se encuentra en el estado final de la infección.

La infección ya ha sido pasada y curada.



23. Un resultado negativo en PCR, IgM y positivo IgG indica que la persona:

Se encuentra en un estado temprano de la infección.

Se encuentra en su fase activa.

Se encuentra en el estado final de la infección.

La infección ya ha sido pasada y curada.



24. Qué es el periodo ventana:

El tiempo en el cual la infección ya está presente

El tiempo en el cual los anticuerpos aún no son detectables

Cuando el resultado de la PCR positivo y negativo en IgM e IgG.

Todas son correctas.



25. La cuarentena significa:

Aislamiento de las personas sanas durante 40 días.

Aislamiento de las personas que no están enfermas pero que pueden haber estado expuestas a la COVID‑19.

Separar a las personas que están enfermas con síntomas de COVID‑19.

Mantener una distancia de al menos un metro con los demás.

miércoles, 27 de mayo de 2020

SARS-CoV-2 e inmunización


SARS-CoV-2  e inmunización

El cuerpo humano tarda hasta 21 días en inmunizarse por completo. Para entonces el invasor ya se ha podido replicar de forma exponencial


El tiempo juega a favor del nuevo coronavirus. Una sola partícula viral de SARS-CoV-2 puede hacer hasta 100.000 copias de sí misma en apenas 24 horas.

En cambio, el sistema inmune tarda entre 15 y 21 días en montar una respuesta completa contra el virus. Pero el sistema inmune humano es una de las maquinarias biológicas más refinadas que existen. Está formado por decenas de miles de millones de células altamente especializadas en localizar y destruir cualquier patógeno. Por eso, en la mayoría de casos, nuestras defensas acaban ganando la batalla al coronavirus. Así es como lo hacen.

1ª línea de respuesta. Casi de forma inmediata, después de que la primera partícula viral haya entrado en una célula, acuden los primeros efectivos del sistema inmune: los macrófagos. Estas son células devoradoras de patógenos y desechos que están presentes en casi todos los tejidos del cuerpo.

En estos primeros momentos de la infección también entra en juego otro tipo de células inmunes que nunca dejan de vigilar: las asesinas naturales.

Los lisosomas, orgánulos encargados de degradar material intracelular de origen externo, machacan el virus. Los desperdicios (fragmentos de proteínas y ARN del virus) servirán como retratos robots (antígenos) para que otras unidades especiales sepan reconocerlo y matarlo.

Si la infección no es grave, los macrófagos bastarán para eliminarla.

Esto probablemente es lo que le sucede a la mayoría de gente, por eso el coronavirus no produce síntomas o solo síntomas leves en el 80% de los casos.

Cuando los macrófagos actúan pero no consiguen vencer al invasor empiezan a dar la voz de alarma para que vengan refuerzos.

Lo hacen produciendo citoquinas, proteínas que controlan la inflamación. Las citoquinas (en concreto la interleuquina-6 o IL6) no solo generan inflamación local. Estas moléculas viajan por la sangre hasta otros órganos, concretamente a cerebro, hígado y médula ósea.

En el hipotálamo influyen en el sistema termorregulador de la temperatura corporal, lo que produce fiebre, que es una función básica para lanzar una alerta general.

Una vez en la médula ósea activan la producción de más macrófagos que a su vez producirán más citoquinas lo que puede contribuir a un círculo vicioso que acaba en colapso.

Se encarga de encontrar células infectadas e iniciar el proceso para destruirlas o bien que ellas mismas se suiciden (apoptosis).

Estos dos marcadores (la proteína C y la ferritina), junto con otros marcadores, se están usando para predecir qué pacientes tendrán complicaciones graves, pues están mucho más altos en los pacientes de peor pronóstico.

Muchas de las muertes por covid-19 se deben a una "tormenta de citoquinas", una sobrecarga de proteínas inflamatorias que acaban colapsando al sistema inmune. Esto puede suceder cuando los macrófagos son incapaces de resolver por sí mismos la infección. Las citoquinas segregadas por los macrófagos refuerzan la llegada de nuevos macrófagos y estos a su vez producen más citoquinas inflamatorias, lo que puede llevar el sistema inmune al agotamiento y al colapso.

En primera línea de respuesta del cuerpo también están las células NK, o asesinas naturales, cuya misión es la localización y destrucción de las células infectadas. Las células NK viajan por el cuerpo comprobando que todas las células están sanas. Todas las células sanas están recubiertas de proteínas que les sirven de salvoconducto ante las NK. Si la célula está infectada pierde esas proteínas. Las células NK lo reconocen y destruyen la célula infectada.

2ª línea de respuesta: Las células dendríticas son el enlace entre la primera y la segunda línea de defensa. Estas también engullen trozos del virus y se lo llevan por el sistema linfático hasta los ganglios, que son como cuarteles donde están el resto de miembros del sistema inmune.

Los linfocitos B se encuentran directamente con el virus o el antígeno. Las células dendríticas le presentan el virus a los linfocitos T colaborador, que ayudarán a otras células a ejercer su acción. Ponen en marcha a los linfocitos T citotóxicos, capaces de viajar por el torrente sanguíneo, llegar al lugar de la infección y destruir a las células infectadas.

Hay millones de variantes de linfocitos B. Cada una tiene un tipo concreto de anticuerpo, que es como una llave.  Cuando un linfocito B puede encajar su llave perfectamente en la cerradura del virus (una proteína de su envuelta exterior)  comienza el proceso para fabricar miles de copias de sí mismo. Estos linfocitos se transforman después en células plasmáticas que viajan por la sangre a todos los tejidos.  Allí lanza anticuerpos a todas las partículas virales que encuentre.

Tienen solo dos brazos pero mucho mejor adaptados para unirse al virus, bloquearlo y convocar a otros organismos para que lo destruyan. Son moléculas con 10 brazos con los que potencialmente pueden unirse a una de las proteínas del virus, lo bloquean y convocan a otros organismos, como los macrófagos para destruirlo. Además, los anticuerpos ayudan a las células NK a unirse a la célula infectada y destruirla.

En ocasiones, todo este proceso genera una "tormenta de citoquinas" que sobrecarga el organismo con proteínas inflamatorias que acaban colapsando e
l sistema inmune y que puede producir la muerte del paciente. Si todo va bien la personase recupera y vuelve a la normalidad, pero ha podido generar memoria inmunológica y anticuerpos.



Hay 10.000 millones de variantes de linfocitos B. Cada una tiene un tipo concreto de anticuerpo, que es como una llave.  Ponen en marcha a los linfocitos T citotóxicos, capaces de viajar por el torrente sanguíneo, llegar al lugar de la infección y destruir a las células infectadas.

Cuando un linfocito B puede encajar su llave perfectamente en la cerradura del virus (una proteína de su envuelta exterior)  comienza el proceso para fabricar miles de copias de sí mismo. Estos linfocitos se transforman después en células plasmáticas que viajan por la sangre a todos los tejidos.

El sistema inmune también envejece, por eso las personas mayores tienen más posibilidades de sufrir complicaciones o de morir por covid-19.



Una de las preguntas más importantes en esta pandemia es cuánto dura la inmunidad adquirida después de una infección. Aún no se sabe. Hasta ahora se ha observado que hay anticuerpos hasta al menos 39 días después de la aparición de los primeros síntomas. En estos momentos hay estudios en marcha para determinar si estos agentes siguen presentes durante más tiempo y si pueden neutralizar al virus pasados meses de la primera infección.

Algo similar pasa con los linfocitos. La respuesta inmune completa implica la producción de linfocitos de memoria que son capaces de volver a detectar la infección pasado mucho tiempo y reiniciar una respuesta inmune que acaba con ella en muy poco tiempo. Ahora mismo hay en marcha estudios en España y otros países sobre la cantidad y efectividad de los linfocitos a medio plazo. En este sentido se ha observado que algunos pacientes montan una defensa inmune innata correcta, pero sus linfocitos están muy debilitados, lo que puede contribuir a complicaciones graves e incluso la muerte.
Los estudios en profundidad de anticuerpos y células inmunes son fundamentales para el desarrollo de una vacuna efectiva. Si la respuesta inmune fuese incompleta o poco duradera haría más difícil desarrollar una inmunización efectiva pasado el tiempo, lo que es esencial para terminar con esta pandemia.